martes, 3 de diciembre de 2019

USHUAIA



DÍA 29/11/2018

Hoy va a ser el día tonto, por que después de decidir no hacer las torres de Paine, nos quedamos sin mucho que hacer en el Calafate. Hay que tener en cuenta que aunque es una zona maravillosa, es una estepa sin pueblos alrededor del nuestro, y las rutas posibles ya están hechas, a excepción del glaciar Upsala, que da al brazo Norte del lago Argentina, a los pies del cual se encuentra el Calafate. Pero habría que verlo en barco, y nos nos apetece eso. Así que, después se acercarnos a la terminal de autobuses para dejar las maletas en la oficina de Marga-Taqsa, con la que vamos a viajar hasta Ushuaia, cogemos el coche hasta punta Bandera, desde donde parten los barcos que van a ese glaciar, pero nosotros nos damos un paseo a la orilla del lago, solos, sin casas, ni gente ni nada de nada a nuestro alrededor. A nuestra vuelta llevamos el coche hasta un puertecillo próximo, y allí nos comemos un bocadillo como el de ayer, de milanesa, tomate y lechuga. Pero este ya nos está tan rico. Descansamos un rato en el coche, y después decidimos acercarnos de nuevo al pueblo para dar una vuelta. Convencemos a Manolo de que no deje el coche en la oficina, ya que tenemos hasta las 8 y aún son las 3:30. Aparcamos en el centro. Damos un pequeño paseo y nos tomamos un helado, yo de calafate, muy rico sabroso y fresco. Luego nos acercamos al parque, que realmente además de contener especies vegetales autóctonas, es un parque temático sobre Perito Moreno, que aparece representado con su caballo en diferentes actividades: como explorador; como estudioso de las especies de la Patagonia y continuador de los estudios que comenzó Darwin; como impulsor de esta región; como artífice para diferenciar la frontera entre Chile y Argentina.....Está región tiene mucho que agradecerle.
Después nos vamos a tomar un chocolate caliente, que también aquí son tradicionales, y matamos otro rato charlando, cargando los móviles  y aprovechando para conectarnos a la wifi. A continuación damos una vuelta por una zona de artesanos que hay en el centro del pueblo, y por fin Mara se compra el escudo de la ruta 40, que baja desde Neuquen hasta Río Gallegos, la capital de la región de Santa Cruz, donde se encuentra esta zona de la Patagonia. Realmente nosotros solo la vamos a hacer desde Bariloche, pero ya es una parte importante. Pasamos a reservar en el restaurante Isabel, que  desde el primer día que nos lo recomendó  muy amablemente la recepcionista del albergue, le teníamos muchas ganas. Pero finalmente entramos en la cervecería la Zorra, y pedimos tres pintas, una ensalada César y unas patatas con salsa de queso. Nos damos cuenta de que después de la glotonería  del helado y el chocolate, no tenemos hambre suficiente como para ir al restaurante. Después cogemos un taxi que nos acerca a la terminal de autobuses y Mara y yo matamos el tiempo con el móvil, mientras Manolo se puso a charlar con un viejo lugareño, que le cuenta que él es de origen Gallego, ya que sus padres emigraron a Argentina como muchos otros que tuvieron que abandonar sus hogares en busca de un futuro más próspero. Nos cuenta las tremendas adversidades que tuvieron que sufrir estas valientes familias de inmigrantes, que colonizaron esta parte del mundo, donde no había caminos transitables en estas inmensas tierras, atravesando cordilleras y grandes ríos caudalosos, donde no existían puentes y pasos vadeables. Eran otra casta de gente, que llevados por el hambre y la necesidad se asentaron en esta parte de la tierra donde la vida sigue siendo dura y salvaje. 
Nos queda unas horas para la salida de nuestro autobús, y decidimos echarnos a dormir un poco en uno de los bancos de la estación.


VIAJE EN BUS: EL CALAFATE - USHUAIA   30/11/2018

Nos montamos en el bus, y nos toca en los asientos superiores delanteros. Realmente es una auténtica gozada, por que vas viendo el paisaje de forma abierta, de frente. Este viaje ya no es tan largo como el anterior. Recordemos que aquel fue de 28 horas y este será de 18 horas, pero ya le llega. Mara y yo nos sentamos en los asientos de la izquierda, ella en la ventanilla, y Manolo en el central de los asientos de la derecha junto a un argentino que se dirige a Ushuaia para trabajar. Mara va todo el rato escuchando música, mirando el móvil.....no hablamos mucho. Detrás de nosotros dos parejas de alemanes, con los que coincidiríamos en los dos días posteriores en el Parque Tierra de Fuego. 





Mara aprovechando el viaje para estudiar una materia de su próximo examen



La Ruta 40 discurre por la solitaria estepa Patagónica.





Paramos en Río Gallegos, una gran ciudad situada en medio de la nada en este extremo del mundo. Bajamos todos los pasajeros aturdidos por el sopor del sueño y el cansancio de tantos kilómetros recorridos, Allí esperamos otro autobús de la misma empresa que nos llevaría hasta Ushuaia. Subimos al nuevo bus, y reemprendemos el viaje. Llegamos a la frontera con Chile, y otra vez el martirio de la aduana, con la gran simpatía y amabilidad de los carabineros. Cogemos el ferry en el autocar, para atravesar el estrecho de Magallanes. Y allí, en el puente nos tómanos un chocolate caliente, bastante malo por cierto, pero calienta el cuerpo. Hace un viento frio, que hiela los huesos.

















LLEGADA A USHUAIA

Continuamos viaje y por fin llegamos a Ushuaia a las 9 h de la tarde. Cogemos un taxi allí mismo, en la costanera, donde nos dejó el bus, y nos lleva a nuestro hospedaje, el hotel Miralejos, está en la parte alta de la ladera donde se asienta la ciudad. Ésta es una ciudad rodeada de montañas con cumbres nevadas, y a los pies del canal de Beagle. Situada en una ladera, las casas discurren con gran pendiente perpendicularmente a la costanera. Nuestro alquiler es un hermoso loft con grandes ventanales que recorren las dos paredes exteriores del edificio y que permiten ver allá abajo las aguas del canal. 


Ushuaia es la última zona habitada del hemisferio Sur


















 Mara se queda en el loft, y Manolo y yo nos acercamos al supermercado más próximo: el  Duende, para llevarle a Mara algo para  preparar su cena. Bueno, en realidad no es un supermercado al uso como estamos acostumbrados nosotros. Se trata de una especie de pequeño ultramarinos, atestado por todas partes de todo tipo de alimentos: frutas, conservas, pan, quesos y embutidos y todo cuanto necesites, todo servido por su atento y servicial dueño que con su endulzada labia, te venderá todo lo que él quiera. Después de acercársela la compra a Mara, bajamos caminando hasta Lupita, lugar que nos había indicado el taxista, y allí nos tomamos unos "Sorrentinos" con salsa de queso y unos spaguetis con salsa de estofado de carne, muy buenos, y una litrona de cerveza. Nos vamos a casa a descansar, tenemos que reponer fuerzas.

DÍA 1/12/2018

Mara está cansada, quizá tanto viaje en bus, o tanto viaje en general, y decide quedarse en casa para estudiar. Manolo tampoco parece que tenga muchas ganas de hacer nada. Sin embargo a mí me pone nerviosa perder uno de los dos días de estancia en esta ciudad, después del palizón de kilómetros que nos metimos para llegar. Pero entre ir caminando a la lavandería, lejos de nuestra zona, y llegar al centro a la oficina de turismo a pedir información y sellar los pasaportes con el cuño de ciudad del fin del mundo y zona Antártica, ya se nos echó encima el mediodía. Así que un breve paseo por la calle central donde están las tiendas y los restaurantes, y decidimos volver a Lupita para comer. Quedamos allí con Mara. Ellos se toman los spaguetis con salsa de estofado y yo me tomo una milanesa con salsa de queso y tomate. Descansamos un rato en el apartamento, y aprovechamos a mirar por Internet el alquiler de un coche. Nos responden de Tigre, y pareciéndonos bien el precio ofertado de 35€ por un día, decidimos ir a buscarlo para aprovechar  lo que queda de tarde para visitar el glaciar Martial, situado en la montaña donde se sitúa la ciudad.  Así que a las 7 de la tarde salimos de allí con el auto, y nos fuimos hasta el glaciar. Allí se podía hacer alguna caminata, pero ya es algo tarde para ello. Decidimos entonces, visitar en coche la laguna encerrada que es área urbana protegida, y la playa del extremo de la ciudad. Nos damos un paseo por el centro y regresamos al apartamento para cenar ya con Mara.



Vistas de la ciudad desde el glaciar Martial






Laguna Encerrada









Barco embarrancado en la Costanera de Ushuaia.












Museo de la antigua Penitenciaría.





PARQUE NACIONAL TIERRA DE FUEGO  2/12/2018

Mara vuelve a quedarse en el apartamento, tiene un examen muy pronto y Manolo y yo nos vamos al Parque de Tierra de Fuego. Ingresamos al parque previo pago, en todos los parques nacionales de Argentina y Chile hay que pagar. Nos adentramos en el parque, y al poco tiempo vemos a una familia, haciendo dedo. Son una pareja joven con un niño de unos 8 años. Los recogemos y nos dirigimos al centro de Interpretación. Es una familia Australiana, y conversamos sobre nuestro maravilloso viaje a Australia. Llegamos al centro de Interpretación donde se encuentra un edificio que contiene el restaurante. Allí amablemente nos informa una chica de las mejores rutas que podemos hacer. Nos despedimos de la familia, e iniciamos el recorrido por el parque. Las rutas están enumeradas y vamos siguiendo según el plano que nos dieron, los distintos senderos: pasando por lagos, la zona de las castoreras, donde los castores han modificado el paisaje de río con ramas y troncos que lo atraviesan. Improvisamos una ruta que no parecía indicada, y que resulta ser la más sorprendente, rodeando lagunas, vislumbrando pequeñas islas y encontrando varias parejas de ánsares, que se dejan acercar y no se asustan demasiado a nuestro paso.




























TURBERAS











CASTORERAS






















Ánsares Patagónicos














Vamos al restaurante del centro de interpretación  y nos tomamos dos trozos de pastel, uno de verduras y otro de calabaza. No están muy buenos. También pedimos una empanada de centolla, ésta sí que está buena,  y un vaso de vino. Después nos damos cuenta de que había un menú con empanada, plato de asado de cordero, bebida y postre, por 600 pesos. Pero ya es tarde y nos dirigimos a la ruta del canal Beagle.


CANAL DE BEAGLE

Iniciamos la ruta que va bordeando el canal de Beagle. Es un sitio espectacular, con flora autóctona Austral y pequeñas playas de guijarros. 
































Es una preciosidad. Allí vemos los coihues con innumerables bolitas, como parásitos en los nudos que forman los árboles. Unos niños están cogiéndolos y nos enteramos de que servía de alimento a los antiguos pobladores de esa zona. De hecho, se les llama pan de indio.





















































USHUAIA

Regresamos a casa después de dejar el coche en la agencia de alquiler. Cenamos  tranquilamente con  el vino Malbec y el jamón ahumado y el queso que nos habíamos comprado en el market el Duende, el día anterior y las aceitunas, el tomate y aguacate. Y a descansar




DÍA 3/12/2018

Aprovechamos la mañana para que Mara pueda ver algo del pueblo, nos hacemos unas fotos en la Costanera, delante del barco encallado. Me compro unas postales que aún no echo en correos, y subimos por don Bosco para coger unas empanadas en Lupita para después tomárnoslas en el aeropuerto. Están muy buenas, especialmente la árabe, que tiene carne de vacuno y limón. Sale nuestro vuelo a Trelew.






Mara tiene mala suerte, y el día no es tan bueno como el el día anterior. En estas latitudes, el clima cambia más que los políticos de chaqueta.







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